jueves, 15 de julio de 2010

Nueva ley


Hay momentos en que resulta necesario recordar que vivimos en un mundo cada vez más interconectado. En la sociedad global, en estos días hay movimientos para impedir que maten por lapidación a una mujer adúltera en una sociedad musulmana, hay un barco luchando para poder llevar alimentos a los palestinos bloqueados en la franja de Gaza, hay temor creciente a que Estados Unidos invada Irán, hay una invasión multinacional y voraz sobre las tierras fértiles de toda África para sumarlas a la agricultura industrial. En ese mundo, plagado de intolerancia e inequidad, ayer se aprobó en la Argentina una ley que equipara una serie de derechos civiles vinculados al matrimonio, para todos los ciudadanos, sea cual sea su orientación sexual.

El reconocimiento del derecho de minorías que hasta ayer eran discriminadas, por la forma en que se debatió y por la forma en que se aprobó, por encima de mezquindades de logias políticas o religiosas, es un ejemplo para el mundo y nos hace sentir que vivimos en un país que puede ser mejor, que lo intenta.

Contener y proteger a minorías, uniformando derechos civiles, es un acto de auténtica democracia. Por ese camino, es que llegaremos a la posibilidad de regular y limitar a otras minorías, que utilizan su poder económico, para bloquear y bastardear derechos económicos, sociales y también civiles de la mayoría de los argentinos.

En un rato, deberemos volver a las asignaturas pendientes, a nuestros conflictos y contradicciones.

Pero por este instante, disfrutemos de pertenecer a la sociedad argentina.

Enrique M. Martínez
Presidente del INTI

3 comentarios:

jime dijo...

hoy me siento orgullosa de alguna parte de nuestro senado. escuché muchas cosas honorables dichas entre ayer y hoy.


saludos luichi :) un abrazo grande!

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Luis:
Como todos sabemos, los cambios en la sociedad no los hace una ley. Leyes como ésta, en todo caso, acompaña, llega justo a tiempo (para otros) o bien se adelanta a su tiempo (según los de más allá.
Lo cierto es que la tenemos. Y es un primer paso. La discriminación y la homofobia siguen presentes. Hay que seguir luchando.
Un abrazo.

Memo dijo...

Luis:

Muchas gracias por tu visita y tu comentario en mi blog. Un poco tarde, pero los devuelvo.

De paso, felicito muchísimo el paso que dio Argentina. Son un ejemplo. Lo son.

Saludos desde la mitad del mundo.