Haití

Haití siempre fue el país más pobre entre los pobres de Latinoamérica. El 80% de su población vive por debajo de la línea de pobreza y eso define su pasado, presente y futuro. La corrupción provocó una falta de inversión en todos los órdenes. A mediados del siglo XX Papá Doc Duvalier gobernó dictatorialmente a sangre y fuego con ayuda económica de los EEUU. Su hijo, Baby Doc los sucedió en 1971 tratando de superar en horrores a su padre. En 1986 fue derrocado y pasó a los militares el mando del gobierno. Luego se fueron sucediendo una serie de gobiernos donde todos se fueron derrocando simultáneamente hasta que en 2004 se hicieron cargo los Cascos Azules del desastre general.

Poseen la renta per cápita mas baja del continente, lo mismo que la cantidad de árboles que todavía subsisten. La demanda de madera va en aumento y la terrible deforestación provoca aluviones de barro con las grandes lluvias. La esperanza de vida llega a los 57 años y sól el 52% de la población está alfabetizada.

Para agregarle más desgracia a la desgracias el último 12 de enero Haití sufrió uno de los peores terremotos de los que se tenga memoria. Hoy los haitianos necesitan que no nos olvidemos de ellos. En estas vacaciones calurosas en donde el único drama parece ser las rencillas políticas alrededor del BCRA no debemos de descuidar a Haití, un espejo en el que debemos mirarnos para no repetir semejante cantidad de errores, sobre todo los relacionados con la corrupción