domingo, 8 de marzo de 2009

Chicas

El siguiente es mi humilde homenaje a todas las mujeres en su día. Por una propia incapacidad de escribir algo decente, se me ocurrió entregarles una editorial que el periodista Jorge Lanata escribió y leyó, hace unos cuantos años en su programa radial RompeCabezas, con motivo del día de la mujer. Es un poco largo, pero vale la pena


“Yo quiero contarte algo sobre algunas mujeres que conocí en mi vida, desde mi madre a mi hija, también otras mujeres que quise y quiero, mujeres que vi pasar, mujeres de las que me hablaron y otras que me tomo licencia para inventar.


A los dos años los ojos de mi hija eran los ojos de un bebé: una mirada curiosa y atolondrada. Fue por esa fecha cuando, de pronto, ella comenzó a mirar distinto. No sé si eso sucede con todas las bebas de dos años, pero en aquel momento la mirada de mi hija se volvió encantadoramente oblicua y distante, y se notaba en sus ojos que ella se había vuelto mujer. De un día para el otro los ojos de Bárbara habían construido un secreto: su mirada tenía algo que yo no iba a alcanzar jamás. En sus ojos y en su piel –que es también mi piel- había crecido, de pronto, un endeble pero impenetrable muro de hiedra.


Conocí durante mi infancia en Sarandí mujeres con ése y otros secretos. Conocí mujeres que arrastraban un sueño roto, y salían todos los días a la misma hora a barrer la misma vereda, con la mirada perdida hacia la Avenida Mitre, esperando a alguien que no iba a volver.


Conocí también mujeres extranjeras de todo, que comían, y comían, y comían y se defendían comiendo.


Conocí a otras mujeres que cuidaban a sus pollitos con el recelo de las gallinas, y que vivían con hombres que les eran fieles como perros aburridos.


Escuché en mi vida, de las mujeres, los argumentos más increíbles y encantadores: Una mujer puede hablar con una convicción de Premio Nóbel sobre una cosa que se llama henna y que es un barro egipcio que te tiñe el pelo de colorado.


No sé que les pasa a las mujeres con el futuro, qué desean y temen; aunque están, por naturaleza, inclinadas al futuro.


Conocí muchas, muchísimas mujeres aburridas -¿por qué siempre pensaré que su aburrimiento es culpa de los hombres?-. Son mujeres que casi dejaron de serlo.


He visto como, las mujeres ordenan cajitas, pedacitos de tela, papel de envolver, piolines de papel de regalo, entradas de cine, recortes de diario, fotografías, llaves viejas, ramitas; cómo meten y sacan esos objetos de bolsos, o cajones, y putean porque jamás encuentran nada.


He escuchado a mujeres citando exactamente situaciones que yo nunca recordaría y las he visto también mirándose entre sí, como dos tigres que se rodean, olfateándose, dentro de una jaula.


He visto también mujeres alegres, y muy alegres, y un poco borrachas, o borrachas del todo, y siempre tienen un tajo de tristeza que les aparece en el alma. Algo que se perdió, que se está perdiendo; tal vez sea el tiempo, una especie de gusanito que les camina por el brazo.


……………. Descubrí en un hombre la mejor definición de las mujeres, en Caetano Veloso cuando dice que “Tigresa, con algunos hombres fue feliz y con otros fue mujer”.


Otro padre, Vinicius, fue acusado de machistas cuando escribió que las chicas, en la noche “rehacen misteriosamente su virginidad”.


Creo que también condenaron a Ernesto Sábato cuando dijo que la mujer contiene y el hombre expulsa, y que entonces es el ser físico el que les condiciona el alma.


…………….He visto a mi mujer pocos minutos después del parto y no hay ninguna mirada que pueda compararse con la de quien acaba de dar a luz: ojos llenos de plenitud, y de violenta confusión.


Supe también, por las mujeres, que muchas veces la fuerza es la debilidad y la debilidad es la fuerza.


……………. Ahora quizás se sonrían por lo poco que, quien les habla, sabe de las mujeres. Y en el fondo no es malo que toda esta perorata haya servido al menos para que se rían, porque algunas de ellas se ríen poco, y les encanta reírse, pero no lo dicen, porque vaya a saber quién les robó sus muñecas.


Sí; ya sé lo de las mujeres científicas, y de las pioneras en algo y –no quiero ser frívolo, que se entienda bien- ya sé también lo de las putas e injustas diferencias de salario, y los tipos sobones, y los planes de esterilización, y los ex maridos que no te pasan un mango, y las minas golpeadas, y las madres solteras.


Pero no quería acordarme hoy de todo eso. Trato de trabajar mejor para que esto no pase. Creo en la igualdad de los sexos porque creo en la igualdad, no en los sexos. En los sexos no se cree, los sexos son. Pero la igualdad se construye, y se pelea por ella.


Sabés que hoy es el Día No Sé Qué de la Mujer, y quería decirte eso: que son increíbles, e inaccesibles, y que ojalá tuviéramos los hombres su capacidad para soñar, y sus chispitas en los ojos.



11 comentarios:

Maria Andrea dijo...

Gracias Luis!
Un beso

Anónimo dijo...

Hola Luis!
Gracias por esas palabras tan lindas!

un beso

Anónimo dijo...

Gracias Luis por las palabras que tomaste para compartirlas con todas nosotras, portadoras de ovarios.
Muchas pero muchas gracias
Patricia

Noemi dijo...

No se quien sos, no te conozco, pero entre palabras propias y prestadas me conmoviste con este homenaje a las portadoras del otro genero.
Fantastico y muchas gracias
Noemi

Maga h dijo...

Gracias Luis, muchas gracias hombre!!

Unknown dijo...

gracias luis, por estas palabras tan bonitas..........
hermoso homenaje a todas las mujeres(me incluyo, claro)
un abrazo

Arwen dijo...

Gracias Luis, por este homenaje tan sincero y emotivo!.

Saludos.
Arwen

Anónimo dijo...

Gracias, Luis

Liliana Miraldi

Anónimo dijo...

Gracias Luis, un beso a tu señora e hija.

Cecilia Ferrer

Anónimo dijo...

todas las gracias
primera cosa de lanata q me gusta
que hallazgo :)



se te quiere luisito

nada mejor que un hombre que sabe dar un paso atrás


jime.

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!!!

Gracias Luis, por decirlo de esta manera….
Que pases un buen fin de semana junto a los tuyos y disfrutes de este sábado hermoso.


Un besote y abrazo de oso.